Muchos de nuestros errores y pecados se pueden evitar y aunque no podemos volver en el tiempo para subsanarlos, podemos aprender de ellos y no quedarnos lamentándonos solamente.

Si fallas, mira adentro

Quizás en reiteradas ocasiones te has encontrado cansado de seguir fallando a Dios, a ti mismo y a tu entorno. Es frustrante caer una y otra vez en el mismo hueco, duele, y más que todo porque no quieres hacerlo, pero de repente te encuentras en ese escenario donde se vuelve a repetir el error.

El apóstol Pablo describe lo que uno realmente se siente:

Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Romanos 7:19-20 (RVR 1960)

Mira hacia tu interior, ¿quién domina? ¿El pecado está ganando espacio en tu corazón o tu comunión con Dios? Auto examinarnos nos ayuda a reconocer nuestro error, pues nada pasa de repente, es un proceso.

Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.  Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:21-23 (RVR 1960)

Acércate nuevamente a Dios

¿Qué podríamos hacer si no contáramos con la ayuda de Dios? En nuestras propias fuerzas es probable que algo temporal pero, acudir a Él de todo corazón, arrepentidos y consientes de que nos perdonará, hace una diferencia importante en nuestra lucha.

¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Romanos 7:24-25 (RVR 1960)

Siempre que fallamos y somos consientes de nuestro pecado, Dios nos perdona. Viviremos las consecuencias de nuestros errores, pero no estaremos solos para enfrentarlo, el Señor nos ayudará.

El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Proverbios 28:13 (RVR 1960)

Cuando falles no te quedes estancado, mira a tu interior y luego mira a Dios, quien te sigue amando.