Elías era un gran profeta y un poderoso hombre de oración, hizo que la lluvia y el rocío se detuvieran por varios años, y después él mismo, con su oración, hizo que lloviera de nuevo. También hizo que el fuego del Señor cayera desde el cielo y avergonzara a los profetas de Baal.

Pero, en un momento determinado de su vida deseó que Dios le quitara la vida. Aquel que oraba para mostrar la gloria de Dios, en ese momento estaba orando para que Dios le quitara la vida.

Motivo por el cuál quería morir el profeta Elías

Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
1 Reyes 19:3-4 (RVR 1960)

El profeta Elías estaba siendo perseguido por la reina Jezabel quien quería matarlo, porque todos los profetas de Baal habían muerto a manos de él. Sin embargo, Elías estaba cansado de huir y ya no podía más.

Quizás Elías esperaba una respuesta totalmente diferente del Señor, como: “No temas Elías, estoy contigo, te daré la victoria”, sin embargo, el Señor por medio de su ángel le dijo:

…Levántate y come, porque largo camino te resta.
1 Reyes 19:7 (RVR 1960)

Elías, a pesar de ser un gran hombre de oración, experimentó el desaliento y a pesar de tener grandes victorias estaba a punto de rendirse. Pero, Dios no lo abandonó, al contrario, lo fortaleció y le hizo entender que aún le quedaba mucho por hacer.

Todavía hay mucho por hacer

Nosotros también al igual que el profeta Elías podemos pasar por situaciones difíciles y habrá momentos en los que estemos a punto de rendirnos, cansados y deseando morir. Con la fe debilitada y esperando una respuesta de parte de Dios.

Pero no olvidemos que Dios es soberano y poderoso, que siempre responde en su tiempo y no de la manera que nosotros queremos.

Dios se encargará de levantarnos en los momentos de debilidad para que podamos continuar. Él mandará a su ángel para fortalecernos y recordarnos que está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).

Por lo tanto, no te desanimes si las cosas no andan bien, todavía hay mucho por hacer. Fortalécete en el Señor y en el poder de su fuerza.

¡La carrera continúa, sigue adelante!