La unidad es fundamental, ya sea en la iglesia, la familia o fuente de trabajo. Es importante para permanecer juntos y lograr las metas que queremos alcanzar. Sin embargo, no es fácil permanecer unidos porque existen diferencias y a veces roces o disgustos.

¿Cómo tratar a los demás para vivir en unidad?

En la Biblia, Dios nos ha dado instrucciones para vivir en unidad con nuestros seres queridos y nos explica cómo debemos tratarnos los unos a los otros para mantener esa unidad.

Amar

Amar es una decisión personal y Jesús dijo que el amor sería la marca que identificaría a sus discípulos. Por lo tanto, para mantener la unidad, debemos amar a nuestro prójimo como Dios nos ama.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Juan 13:34 (RVR 1960).

Ver lo mejor del otro y no criticarle

Debemos tener mucho cuidado con juzgar a las personas, porque al hacerlo, podemos desanimarlos y apartarlos de Dios. Claro que eso no quita la necesidad y responsabilidad de exhortar si es necesario. En vez de criticar a las personas, veamos y resaltemos lo mejor de ellos.

Así que dejemos de juzgarnos unos a otros. Por el contrario, propónganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente.
Romanos 14:13 (NTV).

Tener empatía

Tener empatía es ponerse en el lugar de la otra persona y el apóstol Pedro nos aconseja diciendo: «tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas.  Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde.» 1 Pedro 3:8 (NTV). El apóstol Pablo también recomienda que practiquemos la empatía; «Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran.» Romanos 12:15 (NTV).

Paciencia y soportar

Necesitamos tener paciencia para que los errores inevitables que ocurren en el día a día no afecten nuestra relación con el prójimo. Debemos tener un corazón generoso y perdonador.

Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.
Efesios 4:2 (NTV).

Orar, arreglar y pedir perdón

Arreglar y pedir perdón al prójimo trae sanidad, espiritual y física. Nos libera y ayuda a vivir en armonía. Por esa razón, si tenemos alguna diferencia con alguien debemos orar y arreglar lo antes posible.

Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Santiago 5:16 (NTV).

Podemos mantener la unidad en la iglesia, en la familia y en el trabajo, si ponemos en práctica lo que Dios nos enseña. Además, al hacerlo, viviremos una vida que agrada a Dios.