Cuando formamos un hogar se descubren muchas cosas que no se habían visto durante el tiempo del noviazgo. Por esa razón, para muchos el matrimonio es una desilusión porque de repente tu pareja no es como pensaste.

Sin embargo, si bien en el hogar descubrimos muchas cosas, en la Biblia encontramos tres elementos fundamentales para construir un buen hogar.

Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se llenarán las cámaras De todo bien preciado y agradable.
Proverbios 24:3-4 (RVR 1960)

Los cónyuges debemos preocuparnos en la edificación y bienestar de nuestra familia, para ello es importante edificar con sabiduría, prudencia y ciencia. Estos elementos son fundamentales para construir un buen hogar.

No se necesita hacer grandes cambios para construir un hogar feliz, sino cambios pequeños. 

Con sabiduría se edifica la casa. El éxito de un hogar feliz está en alcanzar la sabiduría de lo alto, porque una casa se construye con valores morales y espirituales. Y la única manera de lograrlo es dando el control a Dios y rindiendo nuestra voluntad a lo que dice Su palabra.

Con prudencia se afirma el hogar. Prudencia es anticiparse, es prepararse para cualquier evento que pueda ocurrir dentro del hogar. Quiere decir que debemos alcanzar un carácter bien formado, que no se deje llevar por la corriente de este mundo, ni por las emociones.

Dios nos creó para que tengamos una vida fructífera; si permanecemos en Él y Él en nosotros llevaremos mucho fruto. Sin embargo, es necesario prepararnos en el conocimiento de la Palabra de Dios, que es el manual de vida para construir un hogar feliz.

Aplicando estos tres elementos podremos construir un hogar con la sabiduría, comprensión y el conocimiento de Dios. Y como resultado tendremos hogares felices y bendecidos.