Es un hecho que necesitamos instruirnos. Debemos ser educados y tratar de aprender lo más que podamos. Se ha dicho que el conocimiento es poder y por eso, debemos querer ser instruidos, y si somos listos, sabemos que es bueno seguir consejo de quien sabe más que nosotros. Es por lo que la Biblia dice que sigamos consejo e instrucción para ser sabios.
Consigue todo el consejo y la instrucción que puedas, para que seas sabio por el resto de tu vida.
Proverbios 19:20 (NTV)
Dios nos dio la capacidad de aprender y si le ponemos empeño, aprenderemos todo lo que nos propongamos. ¿Nos tenemos que esforzar? Evidentemente. Todo en la vida requiere de una medida de esfuerzo para realizarse. Hasta las cosas más sencillas lo precisan.
Esforzarnos por lograr las cosas, pero sin olvidar buscar la aprobación de Dios porque podemos anhelar cosas, pero tal vez no nos convengan y por eso no se nos dan. O, si se nos dan, tendremos consecuencias, que de haberlas consultado con Dios no tendríamos.
Por ser sabios, pueden dar consejos
A su vez, las personas que ya han pasado por situaciones, por experiencias, nos pueden enseñar, nos pueden instruir y aconsejar. Aunque tenemos un dicho de que nadie aprende por cabeza ajena. Pero si lo hiciéramos, el seguir consejos, ¡cuántos dolores de cabeza nos evitaríamos!
Y no es que todos los que sigan consejo y se instruyan llegan a ser sabios, pero sí pensarán más las cosas antes de hacerlas. Analizan más las cosas quienes adquieren un nivel de instrucción y aprenden que es mejor tomar un tiempo para pensar antes de actuar.
Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros.
Proverbios 12:15 (NTV)
Si tu familia se ha acostumbrado a ser de los que no aprenden por cabeza ajena y olvidan consultar con Dios, salte del molde. Marca la diferencia. Procura pensar bien las cosas antes de actuar. Insiste en pensarlo bien, incluso, antes de hablar. Piensa si lo que vas a hacer es edificante, te beneficia espiritualmente o no.
Es una mejor manera de vivir, escuchando consejos para ser sabios, o al menos para no hacer cosas que nos perjudiquen. Y no puedo dejar de insistir en que busques de Dios. Tú dispones de tu tiempo y le tienes que dar la prioridad que requiere. Saca el tiempo y sé constante. Verás los frutos.