A lo largo de la vida atravesaremos diferentes desafíos, quizás algunos más complicados que otros, pero en cada uno podemos estar seguros de que tendremos nuevas fuerzas de parte de Dios.
El salmista Asaf aseguraba su confianza en Jehová y decía:
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 73:25-26 (RVR 1960)
En el cielo y en la tierra el deseo de Asaf era Dios, y en medio de la dificultad, es normal que nuestro ser desfallezca, sus nuevas fuerzas provenían de Jehová, quien era su roca, la firme e inquebrantable fortaleza.
Nuevas fuerzas en Dios
Debemos estar seguros de que en cada nuevo desafío tendremos nuevas fuerzas de parte de Dios, Él no nos desampara ni nos deja solos con las pruebas que se presentan.
El gran detalle es a quién o a qué recurrimos cuando se nos presentan nuevos desafíos. A veces luchamos solos, y en nuestras propias fuerzas solo nos cansaremos y frustraremos. En cambio, en Dios será todo lo contrario, además que nuestro carácter se irá formando.
¡Ten presente que en los nuevos desafíos tenemos nuevas fuerzas en Dios!