Un refugio es un lugar que sirve para protegerse del peligro. Cada persona tiene dónde acudir en todo tiempo o circunstancia, un sitio sumamente seguro: bajo la cobertura de Dios.

¿Te refugias en Él?

Tenemos la opción de estar bajo el resguardo de Dios pero también el de no hacerlo, la decisión es personal. Tanto uno como el otro, tienen sus consecuencias, lo bueno de estar bajo la cobertura de Dios es que, pese a lo que estemos enfrentando, estamos bien protegidos de todo peligro.

“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.” Salmos 91:1

Debe haber en nosotros la disposición y la confianza de resguardarnos en el Señor. Es probable que te cueste acercarte y poner tu fe total en Él, pero hay una gran promesa que debes tomar en cuenta:

“Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.” Salmo 91:9-10 

No busques más, refúgiate en Dios

La seguridad y la paz que genera el confiar en Dios no son comparables con nada en este mundo, es por ello que tu primera y única opción debe ser Él.

Búscalo en la circunstancia que estás atravesando hoy, piensa ¿lo que me tiene preocupado e inseguro es más grande que el poder de Dios? Sin duda no lo es, el Señor es todopoderoso y es el mejor refugio.

Afirma tu fe con Su Palabra y con la oración, así podrás estar bien refugiado.

El Señor dice: «Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación». Salmos 91:14-16