Muchas veces buscamos suplir todo lo que nos hace falta terrenalmente, nos preocupamos, invertimos tiempo, nos desvelamos, ponemos el esfuerzo necesario para nada nos haga falta. Sin embargo, suele pasar que poco a poco descuidamos lo que en verdad es importante, la eternidad en el cielo con Dios.

¿El cielo es importante para ti?

Si examinas qué o quién está en primer lugar en tu vida, ¿podrías afirmar que Dios es importante para ti? Si no fuera así, piensa lo que dice el siguiente pasaje bíblico:

Porque ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Marcos 8:36 

Todo en esta vida es pasajero, nada de lo que conseguimos se queda con nosotros cuando partimos hacia la eternidad. En cambio, la salvación de nuestra alma nos acompañará por siempre.

En el cielo nos espera una vida abundante junto a nuestro Señor, donde las preocupaciones y dolor ya no están presentes:

“Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más.” Apocalipsis 21:4 

Es momento de hacer un alto

Ya no sigas tu vida con los afanes que trae el mundo, al contrario, pon a Dios en la cima, en el primer lugar en tu corazón y enfócate en agradarle.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33 

Nadie mejor que Dios conoce acerca de lo que necesitamos, y nos alienta a que confiamos en su provisión, descansemos en sus promesas y busquémoslo con sinceridad.

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mateo 6:31-32