Muchas personas piensan que hacerse cristianos los encadena a una cantidad de normas y restricciones. Pero la verdad es que Dios nos libera de todos los yugos de este mundo. Nos hacemos adictos fácilmente no solo a drogas, sino a costumbres de este mundo que puede que no sean saludables o beneficiosas para nosotros.

Escribas y Fariseos

Por otra parte, hay quienes se hacen cristianos y se convierten en jueces, señalando o juzgando a todos por sus acciones o falta de ellas. Se convierten en Escribas y Fariseos, como cuando estuvo Jesús en este mundo, que sabían tanto sobre las leyes e hicieron otras muchas y se regocijaban señalando a quienes no las seguían.

La verdad es que muchos de ellos con ese orgullo pecaban más que aquellos a quienes señalaban. Pero lo cierto es que Dios no encadena, Dios libera. Para comenzar, nunca se impuso, pudiendo hacerlo. Dios todo lo puede, pero nos dio la libertad de escoger. Es un Dios magnífico que no obliga ni se impone.

“Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.” Gálatas 5:1 

Vivir en libertad

Y al final, lo que nos enseñó Jesús es a vivir en amor, con amor. Hacerlo todo con esa gracia que Él mostró, siguiendo Su ejemplo, tratando de parecernos cada día más a Él. La libertad que Dios nos da, por supuesto, no se relaciona con libertinaje. Debemos ser responsables y cuidadosos de esa libertad.

“Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.” Gálatas 5:13 

Cuando estamos dispuestos y decidimos que queremos libertad de las cadenas del mundo, Dios nos ayuda. Sean adicciones a drogas, a pornografía, a comer en exceso, a criticar y juzgar. Cualquier adicción a nosotros se nos hace difícil de vencer, pero con Dios, todo es posible.

“ Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible.” Mateo 19:26