Hay matrimonios que suelen decir, cuando les preguntan cómo han logrado permanecer tanto tiempo juntos, que es por la tolerancia. Y aunque algunos lo puedan ver como algo negativo, como aguantarse a alguien, es algo que nos aconsejan en la Biblia, a ser tolerantes.

“Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados. Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.” Efesios 4:1-2 

No dice que nos soportemos las faltas, sino que las toleremos y por amor. Por tanto, tiene que ver con amarnos. Y es lo que nos mandó Jesús a hacer. A amarnos unos a otros y amar a otros como a nosotros mismos.

Para vivir en armonía y mejorar nuestras relaciones, debemos practicar la tolerancia, teniendo en cuenta que todos cometemos errores y que cuando nos amamos, – si hacemos algo que disgusta al otro-, no es intencional, podemos aprender a tolerar por amor.

Tolerando con amor no es lo mismo que soportarse

Y sabemos que hay personas que se acostumbran a eso, a soportarse, pero eso denota una resignación a soportar, que no es lo mismo que tolerar por amor. Aunque sí, el verbo tolerar cuando buscamos el significado, dice: «soportar, admitir o permitir algo que no gusta o no se aprueba del todo».

Pero al hacerlo con amor ya cambia el concepto. Es una resignación sin disgusto. Es una aceptación de algo que sabemos que no vamos a poder cambiar. Y lo mejor que podemos hacer en ese caso, es orar y pedir a Dios que nos ayude a tolerar y que haga cambiar a esa persona esa cosa que no gusta o no aprobamos.

Entendamos que hay cosas que solo Dios puede cambiar, por tanto, dejémoslas en Sus manos y oremos constantemente por ellas. No solo por las faltas de otros, sino por las nuestras con las que tal vez otros tampoco tengan a bien aceptar.