Pedimos sabiduría a diario, pero jamás podremos tener toda la sabiduría de Dios. Él tiene una sabiduría muy variada. Sabe todo y es Soberano. Eso no lo debemos olvidar nunca. Pero es una razón más para admirar, adorar y amar a nuestro Dios.
Es asombroso, que, aunque nos conoce y sabe cuán imperfectos somos, aún nos ama. Eso no lo debemos olvidar nunca. Que, al enviar a Su Hijo, Jesús, a ser la paga por nuestros errores, por nuestros pecados, nos mostró cuán grande es Su amor por nosotros y cuánta sabiduría tiene.
“A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales.” Efesios 3:8-10
Una vez más necesito recordarte el privilegio que tenemos de poder comunicarnos a cualquier hora y en cualquier lugar, con el Creador del universo. Es un poderoso e inigualable Dios que nos ama intensamente, nos dio el privilegio de ser llamados Sus hijos y nos cuida y nos guarda si se lo pedimos.
DEBEMOS ORAR POR SABIDURÍA, PERO NUNCA TENDREMOS LA SABIDURÍA DE DIOS
Muchos han sido los que han querido destacar tanto, que se olvidan de quiénes son realmente. ¿Cómo llegaron al mundo? Como llegamos todos. Sin nada. Y de igual manera nos vamos. Por tanto, a quienes se les olvida, les hace falta una gran dosis de humildad. Dios es Dios y solo Él lo es.
No tiene nada de malo tratar de ser mejores, pero jamás debemos creernos más de lo que somos. Eso ocurrió con el demonio. Se suponía que tenía talentos destacados, pero lamentablemente quiso y sigue queriendo que le adoren como a Dios. Logra atrapar a muchos.
Por eso, debemos continuar orando a diario, estrechando nuestros lazos y manteniéndonos cercanos a Él. De esa manera no nos excederemos en nuestros deseos por destacar y triunfar en todo. No es malo, pero excedernos sí lo es.
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes está la sabiduría.” Proverbios 11:2
Lo mejor es mantener un equilibrio con todo. No siempre es fácil, pero Dios aprecia el intento, reconoce las intenciones. Lo principal es pedirle sabiduría diaria a Dios, de la misma manera como pedimos el pan diario e intentar mantenernos en Sus caminos y Sus maneras.