El mensaje de la Biblia es que Jesús pagó por nuestros pecados. Según las Escrituras no importa que tamaño o que tan horrible sea el pecado del hombre, Dios está dispuesto a perdonarle y aceptarle. A esto se llama gracia.
La gracia de Dios es el poder de Dios mismo para perdonar al hombre sin que este lo merezca, porque si la persona tuviera algún mérito para que Dios lo aceptará, la muerte de Cristo sería en vano.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16 (RVR 1960)
Estos son los beneficios de la gracia de Dios cuando creemos y confiamos en Él.
La gracia de Dios nos perdona
Todos éramos pecadores y estábamos alejados de Dios. Ninguno de nosotros merecía su salvación (ni Noé, David, Pedro, Pablo) nadie, absolutamente nadie podía decir: “merezco entrar al cielo porque me he portado bien” Pero la gracia de Dios nos perdona y hace que entremos en el reino de Dios.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16 (RVR 1960)
La gracia de Dios nos justifica
Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Cada persona que se acerca al Señor creyendo en el sacrificio que Jesús hizo es declarada justa a sus ojos.
Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.
Romanos 3:24 (NTV)
La gracia de Dios nos hace hijos de Dios
A pesar del pecado y estar lejos de Dios, Él nos hace sus hijos al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador. ¿Qué persona te recibiría y haría parte de su familia si fueras un asesino o un malhechor? Definitivamente esto es gracia de Dios.
Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.
Juan 1:12 (NTV)
La gracia de Dios nos da poder
Este es el beneficio de tener a Cristo en nuestro corazón, a Él no le importa la condición de tu pasado pecaminoso. Él quiere lo mejor para tu presente y futuro. Por esta razón, promete darte poder para que puedas permanecer firme en la fe y compartir su mensaje de amor.
Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.
Hechos 1:8 (NTV)
Estábamos perdidos, pero la gracia de Dios nos alcanzó y nos hizo parte del reino celestial. Comparte esta gracia con todos los que te rodean, porque también esas personas que aún no conocen del Señor necesitan escuchar sobre la gracia de Dios.