Es cierto que no solo los cristianos hacemos buenas obras, pero debemos tener en cuenta que cuando las hacemos, no buscamos vanagloria. Y nuestro espíritu es Cristo en nosotros, que nos motiva a hacer obras, a ayudar a alguien, a colaborar con una causa.
Permite que Dios brille en ti
Le idea es que nuestra vida sea dedicada a Dios. Eso no significa que descuidemos a otros ni que no procuremos progresar. Por supuesto que no. Dios nos quiere prósperos, Dios ama que amemos. Lo que no debemos es descuidarlo, ni descuidar a otros ni a nosotros mismos.
Tenemos que transmitir esa luz que vive y brilla en nosotros. Esa luz que sabemos que es Jesús y que se manifiesta en nosotros. Dejemos ver la presencia de Dios en nosotros en todo momento. Incluyendo, la confianza que tenemos en Su apoyo, Sus cuidados y Su gran amor.
La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla.
Juan 1:5 (NTV)
La verdad y la esperanza que tenemos en Jesús
La Gran Comisión es que llevemos a más personas hacia esa verdad de Jesús, la esperanza que tenemos en Él. Su idea es que todos llevemos Su luz donde haya oscuridad. Que iluminemos las vidas de otros con Su verdad y Sus promesas.
Busquemos maneras de ser luz para otros. Contagiemos la paz y la alegría que nos da el saber que tenemos un Creador sin igual, que nos ama como nadie. Un Dios en el que confiamos porque no miente y porque Sus promesas siempre las ha cumplido.
Pues el Señor nos dio este mandato cuando dijo: «Yo te he hecho luz para los gentiles, a fin de llevar salvación a los rincones más lejanos de la tierra».
Hechos 13:47 (NTV)
Es maravilloso saber que podemos resplandecer y ser luz en estos tiempos de tanta oscuridad. No dejemos de orar a diario y conectarnos en todo momento con nuestra fuente de esa luz. Con nuestro Amado Jesús. Hagamos nuestra relación cada vez más fuerte con Él.