Sentimos satisfacción cuando conseguimos algo que anhelamos, y esto puede parecer que nos hace sentir llenos, sin embargo, la llenura total y real proviene de Dios.

En un mundo donde hay todo que ofrece gran satisfacción no debemos conformarnos ni dejarnos llevar por la corriente, sino debemos buscar lo que realmente vale la pena, lo que es real y eterno.

La llenura de Dios, es más que una experiencia espiritual, es ceder voluntariamente al Espíritu Santo para que tenga el control de nuestra vida y someterse a la obediencia de su Palabra.

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.  Romanos 12:1-2  

Es necesario resistir al sistema de este mundo que se rebela contra Dios, y renovar nuestro entendimiento por medio de la Palabra de Dios, ésta es la que transforma nuestra mente.

BUSCA LA REAL LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, Efesios 5:18 

Cuando el alcohol llega a la sangre, hace que haya un cambio en nuestro comportamiento, y el apóstol Pablo, en contraste a esta conducta, alienta a ser llenos del Espíritu Santo.

Una de nuestras metas principales y anhelos por los cuales luchamos debe ser la llenura total, para que andemos en paz y fe en los propósitos de Dios.