Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.
Filipenses 1:27-28 (RVR1960).
El apóstol Pablo exhorta a los filipenses a andar como es digno del evangelio, es decir, viviendo y comportándose como ciudadanos del cielo. ¿Qué implica o qué significa eso? Significa que un hijo de Dios debe vivir, firme en espíritu, combatiendo en unidad y no teniendo temor de las circunstancias que lo rodean.
La razón por la que debemos estar firmes en el Señor es que la vida cristiana no es un jardín de juegos, sino un campo de batalla. Todos los días es una lucha espiritual, por lo cual, necesitamos estar conectados con Jesús, porque separados de Él nada podemos hacer.
El motivo por el que debemos combatir en unidad es porque todos somos de un mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Eclesiastés 4:9-12 (NTV) dice: “Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas.” Jesús mismo oró para que sus seguidores permanecieran unidos.
La causa del porqué no debemos tener miedo a las circunstancias que se levanten es porque no estamos solos, Dios está con nosotros y no nos abandonará. Él nos garantiza que su presencia nos protegerá, aunque las condiciones que pasemos sean contrarias en todo sentido.
Comportémonos como es digno, vivamos como Jesús vivió en este mundo, sabiendo que no somos de esta tierra y que un día partiremos donde pertenecemos; mientras tanto, hagamos lo que agrada al Padre y vivamos según su voluntad.