¿Cuánto nos cuesta ganarnos la confianza de alguien? A veces porque ellos han sido traicionados, otras porque nosotros les hemos fallado. Pero Dios que nunca nos ha fallado y merece de nosotros una confianza profunda, como las raíces de los árboles que no pueden ser derribados por los fenómenos naturales.

Tenemos a ese Dios único y Todopoderoso que nos ama impresionantemente. Nos ama aunque nosotros no lo merezcamos. Nos ama de una manera que para muchos es incomprensible. ¿Por qué? Porque nosotros no sabemos amar así. Nosotros no somos perfectos como Él.

»Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.
Jeremías 17:7-8 (NTV)

Sin embargo, hay muchas cosas en las que confiamos ciegamente. Confiamos por ejemplo en la gravedad. Confiamos en eso sin pensarlo. Y muchos llegan a confiar en cosas materiales porque piensan que eso es garantía de algo pero debemos recordar que tal como llegamos al mundo, así nos vamos.

Necesitamos ser como los árboles en un desierto que se mantienen vivos porque tienen raíces muy profundas. Solo con una confianza profunda en Dios sobreviviremos y daremos fruto. Fuimos llamados a dar fruto y si confiamos en nuestro Dios, tenemos la promesa de una fuente de agua interminable.

Es en Dios y solo en Él que debemos tener una confianza profunda

En Dios debe estar la confianza profunda de nuestra provisión necesaria. De todo lo que necesitamos. Nos lo dijo también, que es un agua que nos sacia la sed y es diferente a cualquier otra. Es un agua interminable, como un río, por medio de la cual tenemos acceso a su poder y Su amor, a Su paz y Su generosidad.

Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.
Juan 4:13-14 (NTV)

Tenemos razones de sobra para confiar en Dios, para tener una fe ciega en Él. A tantos se les dificulta, pero nosotros elegimos confiar, elegimos creer y tener esa relación con el maravilloso Creador del universo, es un privilegio. Valoremos entonces ese tesoro que tenemos a la mano.

No olvidemos nunca conectarnos con esa fuente de amor y recursos que tenemos. Dios nos ama y nos escucha. Él nos ve y sabe nuestros deseos, conoce nuestros corazones. Si le pedimos ayuda nos la da, porque nos ama y porque nos dio libertad. No para que hagamos lo que nos venga en gana, sino para que lo escojamos a Él y un estilo de vida que lo haga orgulloso de nosotros.