“No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.” Gálatas 6:7
Es una verdad absoluta que todo lo que sembramos, cosechamos. Quizás en ocasiones nos parece que eso no es así y que quienes hacen el mal les va bien, pero a su debido tiempo cosecharán lo que sembraron.
ALGUNOS EJEMPLOS DE LA HISTORIA
Majencio construyó un puente falso para que se ahogara Constantino, pero se ahogó él mismo.
Maximino sacó los ojos a miles de cristianos; una terrible enfermedad de los ojos hizo estragos entre su pueblo y él mismo murió de ella en medio de intensos sufrimientos.
Alejandro VII murió envenenado con el vino que él había preparado para envenenar a otros.
Enrique III de Francia fue muerto a puñaladas en el mismo cuarto en que había planeado la matanza de los protestantes.
Y existen muchos ejemplos más de personas que tramando hacer el mal a otros, acabaron en su misma trampa.
COSECHARÁS TODO LO QUE SIEMBRES
Si estás sembrando buenas cosas puedes estar tranquilo, porque lo que coseches seguramente será muy bueno. Sin embargo, si estás sembrando cosas de las que te avergüenzas o que sabes que están mal, es tiempo de reflexionar y cambiar.
Dios no es injusto y no va a premiar a quienes hacen el mal, ellos cosecharán lo que sembraron. Por eso es bueno que hoy reflexiones y pienses qué es lo que estás sembrando.
Ten siempre presente que Dios va a recompensarnos de acuerdo a nuestras obras y no sólo cuando estemos ante Él, sino que aquí en la tierra cosecharemos lo que estamos sembrando.