No importa si tus amigos o familia te fallaron, si alguien prometió ayudarte y no lo hizo, tu sigue confiando en Dios porque Él nunca te olvida y vendrá en tu ayuda.
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?» Hebreos 13:6
La gente puede desilusionarnos, puede fallarnos, pero Dios siempre vendrá en nuestra ayuda. Pon toda tu confianza en el Señor y espera en Él.