El orgullo, como vanidad o autosuficiencia, es un perjuicio con los demás y sobre todo con nuestra relación con Dios. Pues hace que dejemos de lado nuestra dependencia de Él y nos lleva a actuar por nuestra propia cuenta, según nuestro parecer.

“El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Salmos 10:4 

El orgullo te perjudica

Se define al orgullo como exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás. Tal cual actuó Satanás con Dios, se creyó superior e independiente, pese de ser parte de la creación.

¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Isaías 14:12-15 

Lo que cosechó fue su propia destrucción, fue expulsado y además puso fin al propósito que Dios le había dado.

El orgullo deja de lado la gloria a Dios y antepone nuestra propia gloria, es un engaño que nos lleva a la destrucción.

Arrodíllate y sabrás si eres orgulloso o no 

Si eres capaz de arrodillarte ante Dios, rendirte y reconocer que no eres lo suficientemente capaz de seguir adelante solo y que necesitas de Él, entonces, la humildad está en ti. En cambio, si vives como fueras dueño de tu propio destino y ya no tomas a Dios en cuenta, el orgullo ha ganado espacio en tu vida.

Recuerda que: «Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.» Proverbios 16:18

Somos creación de Dios, hijos suyos, y como tal nos debemos a Él, todo lo que tenemos y lo que hemos obtenido no ha sido por mérito propio, es por gracia y misericordia de nuestro Padre.

Pues, ¿Qué derecho tienen a juzgar así? ¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo? 1 Corintios 4:7 

Es mejor ser humilde con Dios, que pretender ser autosuficiente sin Él.