Las pruebas o problemas que enfrentamos en este mundo son permitidos y enviados para el beneficio de la iglesia. Imagínate que no tengas ninguna experiencia dolorosa o algún problema que hayas enfrentado. ¿Cómo podrás consolar a otras personas?
Las pruebas nos habilitan para consolar a otros
Cuando vivimos situaciones dolorosas y difíciles, Dios nos enseña, y lo que aprendamos estando ahí, lo usará para brindar ayuda a otros. Por esa razón, uno de los propósitos de los sufrimientos es recibir el consuelo de Dios y de esa manera estar habilitados para consolar a otros.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” 2 Corintios 1:3-4
Una vida llena de aflicciones con un final feliz
El apóstol Pablo ha tenido una vida llena de aflicciones, como, azotes, prisiones, peligros de muerte, pasó por hambre, sed, frío y muchas otras cosas. En consecuencia, recibió el consuelo de Dios sabiendo que todas las cosas ayudan a bien a los que conforme a su propósito son llamados, de esa manera él terminó la carrera de la vida y hoy nosotros podemos ser consolados con todo lo que atravesó.
Así como Dios utilizó la vida del apóstol Pablo, usará nuestras experiencias para ayudar a las personas que están pasando por la misma situación. Alguien dijo: «¡Qué miserable ser el predicador que se entrega al estudio y al aprendizaje, pero no tiene ninguna vivencia!»
Vale la pena pasar pruebas
Por lo tanto, aunque tus problemas y tus enemigos sean muchos, crueles y poderosos, pasa tu tiempo alabando y bendiciendo a Dios, porque estas siendo capacitado para consolar y ayudar a otros.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28
Vale la pena pasar tribulaciones, porque nos habilitan para consolar a otros.