Muchas veces creemos que todo está bien delante de Dios porque algunas áreas de nuestra vida están en orden, que no podemos obedecer al Señor en todo porque no somos perfectos. Sin embargo, para Dios o eres obediente o no eres parte de su Reino.

Pero como sólo me obedeces un poco, te rechazaré por completo.
Apocalipsis 3:16 (TLA)

Solo el que hace la voluntad de Dios entrará en Su reino. 

En la Biblia (Lucas 18:18-30) encontramos la historia del joven rico y su conversación con Jesús. Claramente este joven había guardado casi todos los mandamientos de Dios, pero tenía una cosa que todavía no había hecho. Solo una cosa le faltaba para ser un verdadero discípulo de Jesús y sin embargo, fracasó.

Hay una cosa que todavía no has hecho. Vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.
Lucas 18:22 (NTV)

Hay que tener mucho cuidado con las cosas que le negamos a Jesús. El problema del joven rico no era su riqueza, claro que no, la riqueza no es algo que le desagrada a Dios. Al contrario, Él desea que prosperemos en todo.

En el momento en que Jesús le dijo al joven rico que venda todos sus bienes y le dé a los pobres, el Señor quería saber cuánto lo amaba y qué era más importante para el joven, Dios o las cosas materiales.

¿Hay una cosa que todavía no has hecho?

A lo mejor tienes cosas que tienen más valor que Dios en tu vida y no te das cuenta, esas cosas son aquellas a lo que te has aferrado y no quieres soltar. Vives tratando de agradar al mundo y a Jesús. Y eso es algo que no le agra a Dios. A Él le debes entregar todo o mejor nada.

Examina qué cosas son más importantes que Dios en tu vida y no te han dejado vivir entregado a Dios. Qué cosas te retienen para servirle al Señor con todo tu ser, qué te impide buscarle todos los días o qué no te deja estudiar su palabra.

Hoy es el día en que debes entregar a Jesús tu vida y ministerio, hoy tienes la oportunidad de iniciar nuevamente y agradar a Dios en todas las áreas de tu vida.