Cuando nos sentimos ansiosos, preocupados o nerviosos, buscamos soluciones inmediatas que muchas veces no funcionan. Pero tenemos la oración. Solo que muchos no la sienten como solución porque quieren algo inmediato.
Sin embargo, mientras más oremos, más rápido veremos esos resultados. Tenemos la solución para la ansiedad, y es la oración. Orar es conectarnos con Dios. Tenemos el privilegio de tener acceso directo al Creador Maravilloso de todo lo que existe.
Él mismo nos dio ese privilegio, cuando vino a ser la paga por nuestros pecados y al morir se rompió el velo del Santísimo. Ese lugar donde solo podían entrar a comunicarse con Dios, los escogidos y luego de muchos rituales. Ahora tenemos acceso directo, ¡aprovechémoslo!
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
ORAR CON AGRADECIMIENTO ES LA SOLUCIÓN PARA LA ANSIEDAD
Cuando nos conectamos con Dios y agradecemos y le damos gracias anticipadas por lo que pedimos, estamos creciendo en fe y experimentaremos Su paz inigualable. Y si leemos bien el versículo, hay una condición: vivir en Cristo Jesús. Es decir a su manera, con su bondad.
Por eso insisto tanto en que debemos buscar hacernos cada vez más parecidos a Él. Nos dejó miles de ejemplos en la Biblia acerca de cómo ser mejores, nos mostró acerca de su bondad, gentileza, gran amor y fortaleza. Y para conocerlo mejor y podernos parecer más a Él, debemos pasar más tiempo con Dios, en oración y en la lectura de Su Palabra.
Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18
No hay mejor solución para la ansiedad, que acudir a Dios y buscar su paz. Esa paz que sobrepasa todo entendimiento, esa paz que tenemos a la mano. No tenemos que ir a un lugar específico ni hacer una serie de rituales. Dios nos dio comunicación directa con Él y eso es un gran privilegio.