En realidad, la Biblia está llena de historias asombrosas y momentos inigualables. Y es que definitivamente nuestro Dios es asombroso, maravilloso y como ningún otro. Tenemos un Dios ultra poderoso, el Creador de todo lo que existe y saber que nos ama, también es asombroso.
La vida de Jesús llenó a muchos de momentos de asombro. No podían entender que, siendo el Hijo de Dios, no tuviera las riquezas y el poder que estaban acostumbrados a ver en los reyes. Y les asombraba ver la manera tan segura con la que se expresaba, Su gran sabiduría. Todo de Él les asombraba.
El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es esta?—se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!».Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.
Marcos 1:27-28 (NTV)
Creyeron que era el Mesías por las cosas asombrosas de nuestro Dios
Y, sin embargo, de la misma manera como se asombraron y sentían y creían que era el Mesías, se tornaron en Su contra cuando no les daba lo que esperaban de Él. La diferencia entre las expectativas y el mensaje crudo y real. Él vino a dar Su vida por nosotros. Pero les costaba entender eso.
Y estaba predicho que sería así. Cuando estudiamos el libro de Isaías, vemos tantas porciones que nos hablan de Jesús y de cómo se endurecerían en Su contra y no lo entenderían. Les parecía osado porque se expresaba con la verdad que tenía al tener la posición que tenía: El Hijo de Dios.
De esa forma, se cumple la profecía de Isaías que dice: “Cuando ustedes oigan lo que digo, no entenderán. Cuando vean lo que hago, no comprenderán.
Mateo 13:14 (NTV)
No nos debemos frustrar si hoy día, les cuesta tanto entender la esperanza que tenemos en nuestro amable, generoso, bondadoso y Todopoderoso Dios. Si habiéndolo conocido, habiendo visto las cosas asombrosas que hizo, a muchos les costó creer, imagínate hoy día. El Espíritu Santo se encargará.