Todo animal, incluso las mascotas, son criaturas de Dios y nos pueden dar lecciones. Hay personas que tienen una relación particular con sus mascotas; los hacen parte de su familia, son su compañía diaria y les dan cariño.
Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
Salmos 50:10-11 (RVR 1960)
Como humanos somos criaturas de Dios, pero aunque tenemos un cerebro más grande y por tanto nos califican de superiores, podemos aprender de esas criaturas.
La lección de la lealtad de los perros
Por ejemplo, la lealtad en los perros es innata. Ese amor que demuestran cuando no nos han visto por varias horas, es una de las más hermosas lecciones que nos dan esas criaturas de Dios. También podemos aprender de ellos a tomar descansos necesarios durante nuestras tareas. Y aunque también saben mostrar su enfado, su perdón es casi inmediato y no guardan rencores.
Las hormigas son criaturas de Dios
De las hormigas, que también son criaturas de Dios, podemos aprender lecciones. Son organizadas, trabajan en equipo, se ayudan unas a otras y saben guardar por si viene la escasez. Una hormiga es capaz de viajar kilómetros cargando algo que beneficia a toda su comunidad. Todas trabajan con un fin común en mente y no anteponen su propio beneficio al de la comunidad.
Nos viene bien estudiar esas criaturas de Dios y aprender las lecciones que nos puedan dar. Son muchas si lo analizamos y por eso, debemos cuidarlas y respetarlas. Y las personas que tienen mascotas, sepan que es una gran responsabilidad y así como son leales y amorosos con los humanos, debemos retribuirles.