Si estamos dispuestos y atentos, podremos escuchar los susurros de Dios cuando necesitemos dirección. Nuestro generoso Dios está siempre dispuesto a escucharnos y complacernos si estamos en Su voluntad y si es lo mejor para nosotros.

¿Cómo habla Dios?

Muchas personas se lamentan de que no podamos escuchar audiblemente a Dios como a todo ser humano. Pero es que Dios es Dios, y hasta nuestros pensamientos escucha. Solo que no nos quiere atemorizar ni que otros nos vayan a tildar de locos por decir que lo escuchamos audiblemente.

“Tus oídos lo escucharán. Detrás de ti, una voz dirá: «Este es el camino por el que debes ir», ya sea a la derecha o a la izquierda.” Isaías 30:21 

Sin embargo, hay muchos que dicen escucharlo. Así, como un susurro. Para otros, nos habla a través de un deseo en nuestro corazón. Por medio de una advertencia en nuestra mente. Nos habla de algo que no está bien, al no darnos paz con la situación y si está bendecida por Él sí sentiremos la paz.

Escuchar los susurros y aplicar el discernimiento

También nos dio, nuestro generoso Dios, el discernimiento. Es una herramienta muy importante a la hora de tomar decisiones. Y poco a poco vamos aprendiendo a filtrar lo que sería la voz de Dios en medio de tanta contaminación auditiva que tenemos a diario.

Debemos prestar atención a lo que Dios nos dice de diversas maneras y con ello, pensar lo que debemos hacer. Decidir si nos da paz lo que estamos pensando y consultarlo siempre con Dios. Él quiere lo mejor para nosotros y buscará la manera, si nosotros lo buscamos a Él, de respondernos.

Confía en que Dios te ama tanto, que si le preguntas te va a dejar saber. Si no te sientes seguro, vuélvele a preguntar y pídele que te lo diga más claramente. Nuestro Dios siempre está dispuesto y disponible. Y lo que más desea es que lo tengamos en cuenta para todo, que tengamos una relación estrecha con Él.