Mientras estemos en este mundo «No estarás libre de problemas». Recordemos que aún no estamos en el cielo, ahí todo será perfecto, viviremos solamente para adorar a nuestro Señor; pero por el momento tendremos que lidiar con los desafíos de la vida.

No estarás libre de problemas, aunque creas en Dios

“Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.” 1 Samuel 17:37

David era un joven que se dedicaba a pastorear las ovejas de su padre, a pesar de ser temeroso a Dios no estaba libre de problemas fuertes. Por ejemplo, menciona que en ocasiones luchó contra animales peligrosos, como un león o un oso, ¿Cuántos murieron por las garras de estos carnívoros?

A pesar de que su vida estuvo en peligro, estas situaciones difíciles le hicieron más fuerte, a tal punto, que no tuvo miedo de enfrentar a un gigante. Goliat amenazaba al pueblo de Dios cada día, todos temblaban con su voz, excepto David quién se sentía preparado por el Señor.

Aprendemos a depender de Él

David aceptó que no estaba libre de problemas, pero reconoció que Dios le dio la victoria sobre ellos, por tanto, estaba seguro de que saldría vencedor de aquella batalla; porque no estaba solo.

“Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré…” 1 Samuel 17:45-46

Los problemas que enfrentó este joven en el pasado fueron necesarios para forjar su carácter y depender de Dios. David estaba preparado para enfrentar el desafío, no por ser soldado, puesto que nunca había utilizado una armadura o manejado una espada; sino porque confiaba en el poder del Señor.

¿Cómo actuar en las dificultades?

El Señor no te promete que «estarás libre de problemas» aunque seas hijo suyo, pero sí te promete que estará contigo, así como estuvo con David.

Por tanto, si no estás libre de problemas, no te quejes a Dios o te hundas en la depresión, es tiempo de confiar en Él. Pídele que te ayude a prepararte, a ser más fuerte y en especial que su presencia nunca te falte, con el Señor siempre saldrás victorioso.

En el nombre de Jesús enfrenta los problemas que tienes, aunque sean dolorosos recuerda que no serán para siempre, Dios está contigo y te está preparando para una gran victoria.