Esta es una pregunta maravillosa y simple que Dios no ha dejado de preguntar. Simplemente nosotros hemos dejado de acudir a Él o al momento de acercarnos no sabemos lo que queremos.
Señor, ten compasión de nosotros
Dos hombres ciegos que estaban sentados en el camino oyeron que Jesús venía en dirección a ellos, entonces, comenzaron a gritar: «¡Señor, ten compasión de nosotros!». Al escuchar Jesús el clamor de ellos se detuvo y los llamó.
Cuando estos dos ciegos estaban delante de Jesús, Él les preguntó: ¿Qué quieren que haga por ustedes? Ellos respondieron; ¡queremos ver!
Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron. Mateo 20:34
Sin duda alguna, fue un día maravilloso para los dos ciegos, no solamente fueron sanados, sino que también le siguieron.
No recibimos porque no pedimos
A veces no recibimos nada porque simplemente no respondemos esta pregunta o no sabemos lo que queremos.
“Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios.” Santiago 4:2
Imagínate a los dos ciegos diciéndole a Jesús lo siguiente; «Señor, hemos escuchado que eres carpintero, por favor queremos bastones para caminar»
Parece insólito, pero a muchos Dios nos pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? Y pedimos bastón en lugar de vista. O simplemente no sabemos lo queremos.
Dios no ha dejado de preguntar: ¿Qué quieres que haga por ti?
Recuerda que para Dios no hay nada imposible, Él es soberano y todopoderoso. Por lo tanto, acércate a Él en este momento creyendo en su poder y dile lo que tú quieres que haga por ti. Estoy seguro de que Jesús responderá a tu oración.
“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” Jeremías 32:27