Si consideramos que todos tenemos un enemigo en común que busca destruirnos con sus trampas y artimañas, no nos moveríamos de la protección que Dios nos ofrece, porque su promesa es que Él nos librará del peligro y de todo ataque.

Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.
Salmos 91:3 (RVR 1960).

La cercanía con Dios te librará

Para estar bajo la sombra de algo, debemos tener cercanía, sin ello no nos llegaría la protección. Así mismo el acercamiento a nuestro Padre Celestial nos permite estar abrigados con su presencia.

El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Salmos 91:1 (RVR 1960).

Es probable que hayas sentido que nadie ni nada puede librarte de la aflicción que vives, es momento de confortarte en el abrigo del Altísimo. Acércate creyendo que recibirás su protección.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6 (RVR 1960).

Lo que hizo antes, lo hará hoy

Las promesas de Dios no tienen fecha de caducidad, son constantemente activas y aunque no estamos exentos de los peligros, habitualmente nos librará de tales desgracias.

Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
Hebreos 10:23 (NTV).

No estás solo, ni desamparado, el Señor guardará tu vida porque es fiel a sus promesas y todo aquél que se acerca a Él encontrará resguardo y protección.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16 (RVR 10960).

El mejor lugar donde puedes resguardarte es bajo el cuidado de Dios, pero no lo hagas sólo cuando los problemas se acercan, es mejor para ti que permanezcas en Él y seas constante y firme en la fe.

Dios estará siempre dispuesto a socorrerte así que no dudes en buscarlo hoy.