A todos nos pasa que hemos herido o dañado a alguien, quizás tomaste algo que no era tuyo y ahora no sabes cómo reparar el daño que causaste.
Necesitas liberarte de ese peso
No importa si tomaste algo pequeño o si fue algo de mucho valor, quizás heriste a alguien en una discusión o hiciste algo que lo lastimó mucho. Sin importar qué pasó, necesitas reparar ese daño y liberarte de ese peso que llevas.
Quizás te suceda como las historias de la anécdota del principio, que no puedes devolver lo que tomaste o quizás es muy difícil que des la cara. Siempre es bueno enfrentar nuestros temores y reconocer nuestros errores, pero si la situación es muy complicada, pídele a Dios sabiduría y que Él te ayude a afrontar esa situación.
Ya no cargues con ese peso, soluciona esa área de tu vida para que puedas recibir la bendición que Dios tiene para ti.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Santiago 5:16 (RVR1960)
No sigas fingiendo que nada pasó, admite tu falla, pídele perdón a Dios y a las personas afectadas y remienda el daño que causaste, eso habla más de tu conversión que la cantidad de veces que asistes a la iglesia o cuántas veces leíste la Biblia; debes vivir el evangelio.
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Proverbios 28:13 (RVR1960)