Podemos comprobar que la gratitud abre puertas en muchas circunstancias. Si leemos la historia del milagro de Lázaro, el expresar agradecimiento sincero, como lo hizo Jesús ante la tumba de su amigo, abrió la puerta a lo que todos pensaban que era imposible.
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
Juan 11:21 (RVR 1960)
Mostrando gratitud con nuestros vecinos, amigos y familiares nos abre las puertas de sus corazones para con nosotros. Estarán en mayor disposición de ayudarnos. De la misma manera, con nuestros compañeros de trabajo. Los pondrá en disposición de abrir las puertas a brindarnos su colaboración y cooperación para hacer todo mejor.
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, …
Romanos 1:8 (RVR 1960)
Tener gratitud para con Dios, abre las puertas de todos los recursos maravillosos que él tiene para nosotros. Dios se complace en bendecirnos en grande. Pero tampoco es que agradezcamos para recibir. El agradecimiento hacia Dios, debe ser genuino. Y lo es cuando estamos absolutamente convencidos de que, sin Dios, nada de lo que hagamos puede prosperar.
y [no] digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Deuteronomio 8:17-18 (RVR 1960)
La gratitud es la llave para abrir puertas del cielo y en la tierra. Los que amamos a Dios sabemos que debemos ser agradecidos. Debemos tener una actitud de constante agradecimiento porque estamos conscientes de que hemos recibido mucho más de lo que merecemos.
Acerquémonos a él con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza, porque el Señor es Dios grande, un gran Rey sobre todos los dioses.
Salmos 95:2-3 (NTV)