¿Qué significa la palabra “diezmo”? ¿Está en vigor la ley del diezmo¿Indicó el propio Jesucristo que debemos pagarlo? ¿Rinde resultados la práctica del diezmo, o es un concepto obsoleto?. Nuestros pueblos tanto individual como colectivamente viven alejados del Dios de la Biblia y de sus leyes. Por eso nuestras monedas nacionales sufren una devaluación constante, y la lucha para sobrevivir económicamente es para muchos una angustia cotidiana.

Sin embargo, y aun en los años traumáticos anteriores a la gran tribulación, Dios protegerá y bendecirá a quienes le sirvan obedezcan sus leyes con sinceridad, entre ellas la ley del diezmo. ¿Qué es un diezmo? La palabra “diezmo” se deriva del vocablo «diez» y significa la décima parte. Se refiere a la entrega de la décima parte de los ingresos de la persona a Dios. El Dios Omnipotente manda que ese diezmo se le entregue a Él mediante sus ministros para que hagan sobra.

La ley del diezmo significa que el gran Dios que nos dio la vida, la mente, las aptitudes, la fuerza con que laboramos, así como la tierra y los materiales que empleamos en nuestras labores, exige que le paguemos a Él que es el Creador y que lo posee todo, el primer décimo de nuestro «producto» o ganancia. En lo que atañe al asunto directo de diezmar, ¡Dios no considera que le estemos “regalando” nada, sino que le estamos pagando a nuestro Creador la porción nominal que Él exige como nuestro Hacedor y Protector, como el que nos sustenta, como el Dueño de nuestra tierra y como nuestro Dios!

Al mismo tiempo, el Todopoderoso promete: “Honra al Eterno con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3:9–10). Si somos fieles en obedecer a Dios y pagamos la décima parte, o “diezmo” de nuestros ingresos, Él nos bendecirá física y materialmente. Lo ha prometido¡y Dios nunca falta a su palabra!

En Malaquías 3, Dios declara lo siguiente (v. 8): “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos ofrendas”. ¡Aquí Dios acusa a nuestros pueblos de robarle al Creador y a su obra! No es de extrañar entonces que haya tanta confusión y engaño en nombre del cristianismo.Dios prosigue: “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado” (v. 9).

Luego, Dios promete en su palabra“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Eterno de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (v. 10). ¡Es un reto candente del Dios Todopoderoso!

Dios dice que nos bendecirá si comenzamos a pagar el diezmo, tal como Él manda, por fe en Él y en su palabra. Podríamos citar cientos de casos reales para mostrar que Dios efectivamente sí bendice al que diezma, aun en las cosas materiales. No siempre lo hará de inmediato. Quizás tengamos que obedecerle y ejercer fe por un tiempo, pero cuando le servimos, le obedecemos confiamos en Él, Dios guarda su parte del trato.