A veces nos sentimos perdidos, queremos volver a casa y no sabemos qué camino tomar o por dónde seguir, si este es tu caso, ¡escucha las campanas!

Las campanas te guiarán

Cuentan que una pequeña niña, que vivía cerca de un bosque, se distrajo persiguiendo una ardilla y se fue internando entre los árboles.

Cuando la pequeña intentó regresar, no sabía cómo encontrar el camino a casa. Entonces, escuchó a lo lejos que las campanas de la iglesia comenzaron a sonar  y recordó que su padre le había enseñado que, si un día se perdía, debía seguir el sonido de las campanas.

Siguiendo el consejo, dejó que el sonido de las campanas la guiaran y  llegó hasta la iglesia donde encontró a su padre que estaba esperándola.

¿Escuchas las campanas?

Recordemos el nacimiento de Jesús y la esperanza que trajo al mundo. Andábamos perdidos y Él nos enseñó que es el camino al Padre.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6.

No importa cuánto te hayas alejado de casa o si no sabes cómo regresar a Dios, escucha las campanas. Recordemos que Dios vino a mostrarnos cómo volver a casa y nos espera con los brazos abiertos.

Un amor incomparable

No hay forma de comparar nuestro amor a Dios con el suyo. Él no mandó a su Hijo porque lo amábamos, sino que Dios nos amó primero y envió a su Hijo para perdón de nuestros pecados, para que pudiéramos pasar una eternidad con Él.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10