Vivimos en un mundo caído, lleno de pecado y maldad, donde los problemas parecen no tener fin; sin embargo, no lo son, son temporales porque lo único que permanece es la eternidad.
Cuando parece que todo va de mal en peor debemos conservar nuestra esperanza y mantenernos firmes en los principios que Dios puso en nuestro corazón, y sobre todo en la vida eterna que nos espera.
Este mundo es pasajero, ninguna persona por mucho que quiera y busque mantenerse saludable y sin problemas, podrá vivir eternamente.
Incluso los problemas de cualquier índole son pasajeros, lo que sí permanece es nuestra alma. Ella vivirá en la eternidad a lado de Dios o lejos de Él, así que, ¿dónde quieres pasar la eternidad?
No es sencillo, pero la eternidad nos espera
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
1 Pedro 5:10 (RVR 1960)
Cualquier circunstancia que atravesamos, por más corta o larga que parezca, es para trabajar en nuestro ser, para moldearnos y prepararnos para recibir la corona. No es sencillo pero la eternidad te espera.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
1 Corintios 9:24-25 (RVR 1960)
Nos espera una vida diferente a esta, donde ya no habrá más sufrimiento ni pecado. ¡No te rindas, vale la pena que sigas perseverando hasta llegar a la meta!
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 21:4 (RVR 1960)