¿Te gustaría tener súper poderes que te permitan traspasar las barreras, o sea, que puedas hacer todo, sin limitaciones ni restricciones? La Biblia nos dice que todo podemos en Cristo que nos fortalece, pero ¿será que Dios quiere decir que triunfaremos en todo?

Triunfar no lo es todo

El triunfo es lo que deseamos tener en todas las áreas de nuestra vida, pero siendo realistas eso no sucede con frecuencia, y muchas veces nos sentimos frustrados porque llegamos a creer que Dios debería respaldarnos en todo lo que hacemos.

Sin embargo, el apóstol Pablo nos da un enfoque más acerca del contentamiento que del triunfo.  Aprender a estar contento con todas las cosas.

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Filipenses 4:12 (RVR 1960).

Muchas veces confundimos el cristianismo con un total triunfo sobre lo que se nos presente, sin embargo, el apóstol Pablo desarrolló la habilidad de estar contento, esté donde esté, con las fuerzas de Cristo, aunque se encontrara en hambre o abundancia.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13 (RVR 1960).

Tu súper poder es tu fe en Cristo

No es con nuestra fuerza, es con la fe en Cristo que podemos aprender a estar contentos en el camino de la vida, estemos donde estemos.

Quizás no llegue la respuesta que esperamos, o que tarde demasiado, pero debemos aprender que Cristo es nuestra fuerza, sino fuera así, Pablo hubiera dicho: «sé vivir solo en abundancia porque ahí Cristo me ha mantenido siempre» pero no, porque aún la escases Dios la usa para formarnos.

Porque este mundo no lo es todo en la vida, Cristo sí lo es, y cuando pasamos por valles de muerte nuestra mirada se afirma en Él y crecemos espiritualmente, tanto que podemos triunfar para la eternidad.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15:5 (RVR 1960).

En la circunstancia en la que nos encontremos, sea de hambre o que estemos saciados, en pobreza o abundancia, en salud o enfermedad ahí es donde Cristo es el todo, la raíz de nuestra fe.

¡Cristo es la fortaleza!